Thursday, March 21, 2013

A savage hypocracy

Existen muchos grupos de personas que, en dependencia de sus condiciones culturales, sociales, étnicas y sexuales, son considerados como minorías y son susceptibles al abuso, discriminación y agresión. En una búsqueda por proteger a dichos "grupos susceptibles", algunos gobiernos han tomado medidas tales como ofrecer autobuses públicos exclusivos para mujeres en la Ciudad de México, camiones de transporte de trabajadores palestinos en Israel, o el concepto de "crímenes de odio" en los Estados Unidos. 

El problema fundamental de la defensa de los derechos de ciertos grupos (homosexuales, discapacitados, negros -o el término que sea políticamente correcto-, etc.) cuando se aplican estas medidas proteccionistas es que apoyan la idea de que estos grupos son diferentes y necesitan ser tratados de forma diferente, conduciendo incluso a una mayor  segregación: "No le pegues a las mujeres", "no insultes a los negros", "no denigres homosexuales". Mi entendimiento es que este respeto debe partir del reconocimiento de la dignidad humana, y se debe respetar a las personas no porque sean negras o gays, sino porque simplemente son personas.

La falta de este entendimiento de la dignidad humana puede conducir prejuicios sustentados en  visiones equivocadas, como en el caso de la vestimenta de las mujeres. Una persona que defiende la postura de que las "mujeres provocan a los hombres con su vestimenta" podría alegar que si una mujer se viste como "prostituta", entonces tiene bien merecido que la violen o maltraten porque lo "anda buscando". Esto me parece terrible, ya que incluso si la mujer fuese prostituta profesional, eso no significa que alguien esté en libertad de violarla o agredirla. Por eso creo que se debe enfatizar la dignidad de todos los humanos, independiente a los grupos de identidad a los que pertenezca.

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